11 julio 2020
Escritos Capeando.
Una nueva Vida un nuevo Destino.
Desde hace algunos años ser venezolano y vivir en nuestro país se convirtió en todo un reto. La salida de ahí, la vieron a tiempo algunos aventureros y visionarios, para ellos mi eterna admiración y respeto año 1998, cuando comenzó nuestra prolongada pero no eterna tragedia indómita.
Para algunos de nosotros la Fe en Dios Nuestro señor, nos permitió enfrentar con valentía y determinación ese malévolo ambiente por pocos años en honor a la verdad. Muchos han permanecido y confían que el pueblo se cansará de los abusos y arbitrariedades dando lugar a un alzamiento popular para ponerle fin a este calvario, pero así no ha sucedido , lamentablemente nos enfrentamos a una coalición socialista del mal, encabezada por los gendarmes de la isla Cubana, para todos es bien conocido su habilidad y planificación para hacer del pueblo una suerte de infierno de Dante.
Dicho esto, comenzó entre las familias Venezolanas algo de lo que nunca se habló y se vivio dentro de ellas, me refiero a salir y emigrar a otro pais en busca de una mejor calidad de vida. Ese acto en mi caso particular materializado hace más de 60 años por nuestros padres y abuelos Europeos, desde Alemania e Italia, ahora se repite pero con otros protagonistas.
Esa necesidad de no aceptar vivir bajo el mandato de un narco estado comunista que nos arrebató nuestra democracia, libertad y solo nos ofreció el lado oscuro de la Luna, por supuesto al que todos nos negamos a formar parte y tomar la accion de partir. He aquí mi punto de quiebre, como Oficial Superior de la extinta Fuerza Aérea Venezolana y piloto del mas y moderno avión de Caza del Mundo F-16, mi camino llego a una encrucijada y obviamente tome la vía más difícil de ella, el de ser autentico y comulgar con mis principios familiares, Ética y Moral Militar, no grite por el Che, en el honroso patio de la Aviación Militar Venezolana, mi segunda Madre.
Como resultado de mi conducta, decidí luego de 21 años de profesión militar, dar el paso de retirarme y mantener limpio mi uniforme hasta el último día que con orgullo lo porte y dicho sea de paso, no me arrepiento en lo absoluto de ello.
Hoy 12 de Julio mi Familia publicó una foto muy particular, esa foto me hizo escribir estas cortas letras que espero dejen el precedente e hilvanen los hechos que nos trajeron a esta realidad.
La mencionada foto fue tomada luego de una homilía efectuada por mi Tío, Monseñor de la Iglesia Católica, guía espiritual muy querido y el que nos ha bautizado, casado y hasta despedido a aquellos con temprana partida.
De esa particular Fotografía 9 de los 11 fotografiados se encuentran en diferentes continentes, solo dos permanecen en nuestra amada Venezuela. Quien alguna vez lo diría, nos regamos por el mundo en busca de un nuevo destino.
Me pregunto a cuantas Familias Venezolanas les habrá tocado vivir ese momento.Para nuestra Bendición, la tecnología nos permite tener comunicación en vivo y en tiempo real, pueden los agentes del mal pretender quitarnos todo, pero lo que no podrán quitarnos es el amor entre nosotros y el deseo que estar unidos para enfrentar estos retos lejos de nuestros seres queridos, de nuestra cultura, comida, olor y sabores. No podrán ver rendidos a sus pies a hombres y mujeres que luchan por su vida, por sus familias y por su futuro. Venezuela y los Venezolanos necesitan un cambio radical, necesitan amarse confiar en Dios para que volvamos a ser herederos de la Libertad bendecidos por nacer y vivir en la tierra más hermosa y enriquecida de la América del Sur. Coordenadas 10.10.8N / 67.33.7 W
Dios los Bendiga.
Stefano Capodacqua Sipols